A pesar de que la organización ciudadana consiguió convertir el arenal en un lugar habitable, el desempleo y la violencia juvenil golpearon fuertemente a la comunidad.

Han pasado siete años desde que se creo el CIJAC, la Casa Infantil y Juvenil de Arte y Cultura. Durante este tiempo, ha sido una herramienta para colorear la realidad y aportar una mirada de futuro a los jóvenes, un espacio de participación y organización comunitaria. En él vemos cómo los jóvenes de Villa el Salvador se van involucrando en procesos de crecimiento personal y social. Lo logran a través de talleres y actividades como los zancos, la música, el teatro, los malabares…

Durante varios días seguimos a Jose, Rozana, Anthony, Rafo y Emili. En esta ocasión organizan el festival para la no violencia. Junto a los ensayos y preparativos asistimos a momentos cotidianos en la vida de los protagonistas.

Todo ello, conforma un tapiz en el que el trabajo, el estudio, y el ocio se mezclan con el fuerte compromiso para hacer de su comunidad el lugar que siempre han deseado. La gestión económica, la organización de eventos o realización de talleres para otros jóvenes son responsabilidades que han asumido paulatinamente y que les hacen caminar, a zancadas, hacia el futuro.